México – Casi medio millar de personas interesadas en historias sobre personas migrantes asistieron a las catorce proyecciones públicas y gratuitas celebradas en cuatro ciudades mexicanas con motivo de la edición 2021, del Festival Internacional de Cine sobre Migración (GMFF), que tuvo lugar del 6 al 10 de diciembre en Ciudad Juárez, Ciudad de México, Mexicali y Tijuana.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM-ONU Migración) y sus socios exhibieron las películas “Los Lobos” (2019), una historia sobre niñez migrante del mexicano Samuel Kishi Leopo; “Minari” (2020), una película estadounidense dirigida por el coreano Lee Isaac Chung; y “Les Miserables” (2019), ópera prima del director francés Ladj Ly.

La edición 2021 permitió realizar conversatorios, y contó con el inestimable apoyo de las distribuidoras Mantícora y Diamond Films, de la Dirección Municipal de Atención a Migrantes de Tijuana, la Comisión Fílmica de Chihuahua, y de Samuel Kishi, Embajador de Buena voluntad de OIM México, quien participó en actividades en Ciudad de México y Ciudad Juárez.

También apoyaron el festival instituciones culturales, la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y la Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), académicos, artistas visuales, comunicadores, ONGs, el Centro Integrador “Carmen Serdán” como Espacio Migrante en Tijuana, la Casa de Acogida, Formación y Empoderamiento para Mujeres y Familias Migrantes y Refugiadas, José María Vilaseca (CAFEMIN).

La periodista cultural del Canal Once TV, Saraí Campech, moderó un conversatorio realizado el 10 de diciembre en la capital mexicana.

En México la labor que se realiza desde la promoción del cine y la cultura y con desarrollo del GMFF se vincula a la búsqueda de narrativas de la migración que permitan a las audiencias saber quiénes son las personas migrantes, y conocer sus historias para combatir la xenofobia y la desinformación hacia ellas, que pueden hacer tanto daño tanto a las personas migrantes como en las comunidades de acogida.

En México la edición 2021 se financió exclusivamente con fondos propios de dos programas de la OIM.