Filipinas – Dos semanas después de la catástrofe que azotó la isla meridional de Mindanao, una donación por valor de US$ 100.000 de la OIM ha permitido construir rápidamente casas de madera resistentes a las tormentas para las familias que perdieron sus hogares tras el paso del tifón Bopha, conocido localmente como Pablo.
Estas se entregarán al Gobierno a lo largo del fin de semana, justo a tiempo para que los afectados puedan mudarse antes de las Navidades.
La OIM ha repartido también material para el refugio como, por ejemplo, láminas plásticas reforzadas, que brindarán protección frente a los elementos 30.000 personas.  Asimismo, está contactando con los filipinos, tanto en el país como en el extranjero, para que participen en las labores de ayuda de emergencia y reconstrucción.
Debido a la dificultad de obtener información de las zonas remotas e inaccesibles, la cifra oficial de fallecidos ha alcanzado ya las 1.043 personas.  A esto se suman 2.662 heridos, 844 desaparecidos y cerca de un millón de personas que han perdido sus hogares.  Tan solo algunos de ellos han tenido acceso a los centros de evacuación.
“Es primordial acelerar la respuesta a esta emergencia, de modo que la población tenga un techo bajo el que cobijarse en Navidades.  Necesitamos fondos para brindar protección a las personas vulnerables y discapacitadas que han perdido sus viviendas y seres queridos y que se han quedado, literalmente, en la miseria.  Queremos que estén a salvo y protegidos.  Para esto, necesitamos fondos con los que comprar, distribuir y construir refugios para, al menos, 5.000 familias.  La atención médica y psicosocial es también apremiante”, explica Brian Kelly, asesor regional de la OIM para situaciones de emergencias y posteriores a una crisis.
Hasta el momento, tan solo un 10 % del llamamiento hecho por la OIM en Mindanao, por valor de US$ 7 millones, ha sido financiado.  Tanto el Gobierno de Canadá como el Fondo central de las Naciones Unidas para la acción en casos de emergencia (CERF) han hecho una promesa de contribución, que se suma a los US$ 100.000 del Fondo central de la OIM para situaciones de emergencias. También los propios ciudadanos filipinos han participado económicamente. En este sentido, la OIM ha recibido una aportación por valor de US$ 1.000.
La Organización ha desarrollado un sitio web (www.typhoon.iom.int) en el que se puede seguir la trayectoria de las donaciones, de modo que el dinero pueda ser destinado a los ámbitos de ayuda de los que se ocupa la OIM, entre ellos, la provisión de asistencia urgente, la reconstrucción y las comunicaciones vitales.  A través de informes periódicos destinados a las poblaciones afectadas y de los medios de comunicación, se mantendrá a la población al día de cómo se emplean sus donaciones y qué ayuda está en trámite.
Bopha es la tormenta tropical más fuerte que ha asolado Filipinas en 2012.  Ha ocurrido justo un año después del tifón Washi, que dejó tras de sí más de 1.000 muertos y 100.000 familias desplazadas en Mindanao.  Bopha es también el tifón más meridional jamás registrado en el Pacífico Occidental, una inquietante señal de cómo el cambio climático puede estar afectando a Filipinas.
Si desea consultar las últimas noticias y el llamamiento, visite: http://www.iom.int/cms/philippines.
 
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Conrado Navidad
OIM Filipinas
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