Filipinas - Las condiciones para los desplazados a largo plazo en los campamentos y otros asentamientos en la región de las Visayas en el centro de Filipinas deben mejorar rápidamente para garantizar la seguridad y el bienestar psicológico de decenas de miles de personas, según advirtió hoy la Organización Internacional para las Migraciones. 

El llamado se produjo después de que un incendio en un asentamiento de tiendas de campaña en Tacloban, la ciudad más afectada por el supertifón de noviembre pasado, reclamara la vida de una madre y seis de sus hijos el miércoles por la mañana.

“Esto es una tragedia terrible”, indicó Marco Boasso, Jefe de Misión de la OIM en Filipinas.  “Además, los incendios no son la única amenaza que enfrentan las personas desplazadas por el Haiyan.  Proteger a las mujeres y niños de la violencia general y sexual es de importancia fundamental, y si bien esto no ha sido un problema hasta la fecha, la OIM y sus socios del Gobierno de Filipinas lo vigilan de cerca”.

“Mientras tanto, la temporada de tifones está a punto de arrancar y ninguna de las tiendas de campaña podría sobrevivir, ni siquiera a una tormenta tropical moderada”, añadió.  “En general, todos los asentamientos informales, en cualquier parte del mundo, deben ofrecer seguridad, atención médica, educación y, en lo posible, oportunidades de empleo”.

Desde antes de este último desastre, la OIM comenzó a establecer albergues temporales experimentales en Tacloban, tras consultar con el gobierno municipal y los grupos que representan a los desplazados.  El propósito de estas viviendas de bajo costo y construcción rápida es permitir que las personas puedan dejar las ciudades de tiendas de campaña y otras zonas y estructuras inseguras mientras esperan soluciones duraderas o su reubicación permanente.

Junto con otras 300 unidades iniciales, la OIM está avanzando con la planificación de la evacuación de emergencia con los líderes comunitarios para que, en caso de algún desastre, las personas se puedan trasladar a áreas seguras de evacuación identificadas con anterioridad.  Los trabajos de preparación ya dieron inicio en el terreno al que se trasladarán algunas familias que viven en tiendas de campaña y otras estructuras improvisadas.

Ya se ha invertido mucho tiempo, recursos monetarios y esfuerzo en la mejora constante de las condiciones de los desplazados en toda el área afectada, con la instalación de áreas de duchas, letrinas y lugares seguros.  La OIM ha llevado a cabo varias sesiones de capacitación para funcionarios locales y líderes comunitarios que han incluido simulacros de incendios y evacuación.

“Toda la situación es trágica”, agregó Boasso de la OIM.  “Esta familia había llegado recientemente desde la isla de Samar, en donde trabaja el papá.  No participaron en el simulacro de incendio que se realizó hace poco, de lo contrario esta calamidad nunca hubiera ocurrido.  Esto pone de relieve la necesidad de un enfoque renovado y urgente, para trasladar a las personas hacia albergues más seguros, duraderos y dignos”.

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con

Marco Boasso
Jefe de Misión de la OIM de Filipinas
Email: mboasso@iom.int