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Los supervivientes del tifón Bopha viven una situación desesperada; la OIM y las Naciones Unidas solicitan fondos

Filipinas - Según las informaciones que se desprenden del primer informe de la matriz de seguimiento de desplazados de la OIM, muchos supervivientes del tifón Bopha se encuentran en una situación tan desesperada que han abandonado los superpoblados e inundados centros de acogida de emergencia y se las arreglan como pueden en sus comunidades, aún asoladas y anegadas.
Entretanto, la OIM y la comunidad humanitaria han hecho un llamamiento con el fin de llevar a cabo una operación de socorro vital de gran envergadura en la afectada isla de Mindanao.
Bopha, el tifón más meridional jamás registrado en el Pacífico Occidental, es el segundo que ha tocado tierra en Mindanao en un año, una preocupante señal que indica que el cambio climático podría afectar a Filipinas de forma impredecible.
Como parte del llamamiento consolidado de las Naciones Unidas, por valor de US$65 millones, la OIM ha solicitado US$7 millones.
Al tocar tierra, hace una semana, el Bopha dejó una estela de muerte y destrucción a lo largo de las provincias de Valle de Compostela y Davao, donde más de un 80 % de las viviendas han quedado destruidas.
Quienes se refugiaron en los centros de acogida de emergencia intentan ahora regresar para recuperar lo que puedan de sus hogares y medios de vida.  Según ha sabido la OIM, en los últimos días, 12 centros para evacuados han cerrado sus puertas, después de que la gente en ellos alojada se marchase.
 
“Las personas que están en los refugios sobreviven en condiciones difíciles y necesitan ayuda de manera muy urgente”, afirma José Pimentel, jefe de la misión de la OIM en Filipinas.
Varios días después del paso de la tormenta, los centros para evacuados continúan anegados y, como añade Pimentel, pueden verse menores pidiendo comida y sosteniendo carteles con la inscripción: “¡Necesitamos ayuda!”
De acuerdo con dicho informe de la matriz de la OIM, publicado hoy, de los 35 emplazamientos evaluados, 23 permanecen operativos y alojan a 1.985 familias, u 8.913 personas, que necesitan urgentemente refugio.
Según el Consejo Nacional de Gestión de Desastres, la cifra de damnificados ronda los cinco millones de personas, de los que en torno a 300.000 permanecen en 484 centros para evacuados.
Las evaluaciones llevadas a cabo por la OIM y la instalación de tiendas de campaña en la devastada región han sido las primeras actividades de ayuda humanitaria que muchos de los afectados han presenciado.
 
Si bien un gran número de centros de acogida se han visto gravemente afectados por la tormenta, alrededor de 295.000 personas permanecen alojadas en ellos, sin ningún tipo de protección frente a los elementos.  Los materiales para el refugio de emergencia, el agua potable y unas instalaciones de saneamiento adecuadas son, según testigos presenciales, las necesidades más acuciantes.
El Gobierno de Filipinas ha solicitado ayuda a la OIM para cubrir un amplio abanico de actividades de socorro urgentes.  Entre ellas, se incluyen la provisión de materiales para el refugio de emergencia, la atención médica y psicosocial y un sistema de coordinación de la información para garantizar que los supervivientes están bien informados de los avances de la ayuda y evitar el sentimiento de frustración.
A medida que se conoce el alcance de los daños, la cifra de viviendas dañadas o destruidas ha ascendido hasta rondar las 115.000.  Un 90 % de los edificios de al menos tres municipios de Davao Oriental, incluidos los centros de acogida que han sufrido desperfectos, carecen de tejado.
Desde que empezara la tormenta, la OIM movilizó a sus trabajadores en Mindanao y dio prioridad a las distribuciones de artículos de ayuda no alimentaria y materiales para el refugio de emergencia.  Asimismo, ya están listos los pabellones y refugios transitorios alternativos que se estaban acondicionando.
Los daños psicológicos causados por el tifón siguen siendo considerables y grandes extensiones de Mindanao han sido declaradas zonas peligrosas.  Las comunidades deben hacer frente a un futuro muy incierto y la necesidad de una comunicación clara y consistente es primordial.
La OIM ha propuesto una estrategia de comunicación global, que empieza con los encargados de los campamentos.  Así pues, se publicarán mensajes coordinados en diferentes medios como la prensa escrita, la radio y a través del envío de SMS.  También se impulsará la participación ciudadana, para lo que se ha puesto a disposición un centro de atención telefónica y se llevará a cabo una acción participativa que garantice la rápida identificación de lagunas y necesidades.
Para más información, póngase en contacto con  
Conrado Navidad
OIM Filipinas
Tel.: +63 908 865 5443
E-mail: cnavidad@iom.int