La OIM ha reunido a los representantes del gobierno filipino, a la
sociedad civil, actores del desarrollo, trabajadores filipinos en
el extranjero (OFW, por sus siglas en inglés) y a sus
familias para asistir a una serie de reuniones donde se
buscarán nuevas formas de movilizar las remesas para el
desarrollo y la mitigación de la pobreza en un momento de
declive económico a nivel mundial.
Existe un gran interés por promover los servicios
financieros y de inversión para los migrantes y los
trabajadores filipinos en el extranjero ya que más de un
millón de filipinos han emigrado cada año durante los
últimos tres años.  Se calcula que la media
diaria de partidas procesadas legalmente por trabajadores migrantes
temporales es de 3.500 personas.
Con un 10% de la población viviendo en 190 países
de todo el mundo, el número de remesas ha aumentado de
manera constante alcanzando los US$ 16.4 mil millones,
aproximadamente el 9,7% del Producto Interior Bruto en 2008.
La semana pasada tuvo lugar la primera de las reuniones, las
cuales están financiadas por la Comisión
Europea.  El tema de dicha reunión fue cómo
encontrar la manera de mejorar las competencias financieras entre
los OFW y sus familias.
"La mejora de las competencias financieras en los hogares que
reciben remesas es una manera fundamental de acrecentar la
relación entre las remesas y el desarrollo," explica Charles
Harns, Representante regional de la OIM. "Resulta especialmente
oportuno en un momento en que la crisis financiera afecta a
familias de todo el mundo."
Las próximas reuniones serán el 2, 16 y 23 de
abril y tratarán sobre temas relacionados con la iniciativa
empresarial, las inversiones y la filantropía de los
migrantes.  En la última, que tendrá lugar el 30
de abril, se establecerá un plan de acción para
fomentar el impacto de las remesas en el desarrollo.
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Aiko Kikkawa
OIM Manila
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