Comunicado
Local

Personas LGBTI+ que huyen de la violencia y discriminación deben poder acceder a espacios seguros y a la protección de sus derechos

En México, el Sub-Grupo de Trabajo de Protección para Atención a la Violencia Sexual y Basada en Género hace un llamado a unirse en contra de la discriminación y violencia que viven personas LGBTI+

Ciudad de México – Las personas lesbianas, gay, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI+) que se han visto forzadas a abandonar sus lugares de origen deben acceder a espacios seguros y a la protección de sus derechos en su paso por México, para mitigar la discriminación y la violencia de la que son objeto durante sus procesos migratorios.

En conmemoración del "Día Internacional de lucha contra la Homofobia, Lesbofobia, Transfobia y Bifobia" (IDAHOT, siglas en inglés), el Sub-Grupo de Trabajo de Protección para Atención a la Violencia Sexual y Basada en Género, hace hoy un llamado al Estado mexicano, a las organizaciones de la sociedad civil, a la iniciativa privada y a la sociedad en general, a unirse en el combate y la erradicación de estas recurrentes situaciones de discriminación y violencia que enfrentan personas LGBTI+, incluyendo a las niñas, niños y adolescentes, y que ha forzado a muchas a salir de sus hogares.

A pesar de que en los últimos años ha habido avances significativos en el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI+, persisten legislaciones y políticas que atentan contra sus derechos humanos e incitan la violencia contra ellas. 70 países del mundo tienen leyes que criminalizan a las personas por su orientación sexual y dentro de ellos, 11 consideran la pena de muerte. Además, 15 países tienen prohibiciones a “transgresiones de género” de distintos tipos, que impactan directamente a personas transgénero, y otros países cuentan con legislaciones que indirectamente tienen un impacto negativo sobre la vida de personas transgénero.

De acerdo con el Proyecto de Monitoreo de Homicidios de Personas Transgénero, del 1 de octubre de 2019 al 20 de septiembre 2020, 350 personas transgénero fueron asesinadas en todo el mundo, un aumento del 6% con respecto al periodo anterior. De las víctimas mortales, el 98% fueron mujeres transgénero o personas trans femeninas; el 82% de los homicidios ocurrió en Centro y Sudamérica.[1] En México, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBT[2] registró casi 80 casos de homicidios en los dos últimos años, y para este 2021, ya cuenta con 35 registros, lo que resulta por demás alarmante.

Asimismo, preocupa la limitada posibilidad de acceder a la defensa de sus derechos para este sectror de la población, considerando que hoy en día 42 países limitan la libertad de expresión en temas sobre orientación sexual e identidad de género y 51 países establecen restricciones para el registro de organizaciones que aboguen por el cambio y acceso a derechos para personas lesbianas, gay, bisexuales, transgénero e intersexuales.[3]

En este contexto, una cantidad elevada de personas de la diversidad sexo-genérica se ven forzadas a huir de sus países por exclusión, discriminación, rechazo, violencia y crímenes de odio que experimentan desde el seno familiar, en escuelas, en instituciones, y en la sociedad en general.

En México, vemos un elevado número de personas LGBTI+ provenientes del Norte de Centroamérica que experimentan persecución motivada por la orientación sexual real o percibida y/o la identidad o expresión de género, que se ve agravada por la pobreza y la marginación.

Si bien el desplazamiento forzado siempre entraña numerosos retos y riesgos, las decisiones que deben de tomar las personas LGBTI+ se complejizan debido a los riesgos de homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia que experimentan también durante su trayecto, así como en las comunidades de destino. Es por ello, que el reconocimiento de la causal de género como motivo de persecución, más allá de permitir el acceso al derecho a recibir asilo a las personas que huyen de este tipo de violencia específica, permite visibilizar los retos legislativos y de políticas públicas que prevalecen en los países de la región. Por lo tanto, es importante buscar que el análisis de las solicitudes de reconocimiento de la condición de refugiado bajo esta causal sean abordadas desde una óptica interseccional y conforme protocolos con perspectiva de género, garantizando así un trato digno hacia las personas LGBTI+.

En virtud de lo anterior, desde este Sub-Grupo instamos a que desde todos los ámbitos en donde se asiste y protege a las personas solicitantes de asilo,  refugiadas o migrantes, se busque la adecuación de espacios y ofrecer servicios específicos para personas LGBTI+, incluyendo modelos específicos para la atención de niños, niñas y adolescentes LGBTI+.

Además, instamos a que se trabaje en la formación y concientización sobre derechos humanos, derechos de las personas LGBTI+ y lucha a la homofobia y transfobia a todo el personal que interactúa con ellas, así como los voluntarios que trabajen en estos espacios, y que se promueva una cultura de cero tolerancia a la discriminación. 

Desde este Sub-Grupo manifestamos el compromiso de continuar trabajando activamente en la protección de personas LGBTI+ refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes, partiendo de una perspectiva interseccional de edad, género, derechos humanos y diversidad.

El Sub-Grupo anteriormente era la Mesa de Migración y Género, que se formalizó como Sub-Grupo de Protección en agosto 2020.

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Para más información favor de contactar a Alberto Cabezas Oficial Nacional de Comunicación de OIM México, email: acabezas@iom.int  tel.: +52 55 7925 0370

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