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  • Alberto Cabezas | Coordinador de Comunicación de OIM México.

Xichú (Guanajuato)/Ciudad de México – “Sin las remesas viviríamos con un grado de marginación muy alta en muchas comunidades de Xichú. Este municipio es de los más marginados de Guanajuato (centro de México). Muchas veces las autoridades no nos voltean a ver ni saben nuestras necesidades”, explica Angélica María Jiménez Espinola.

Habitantes de Xichú y funcionario de Guanajuato visitan se reúnen durante una visita a la comunidad.

El testimonio de esta mujer natural de Casitas, una comunidad del municipio de Xichú localizada en la Sierra de Guanajuato llega en una llamada telefónica entrecortada. Angélica tiene 40 años y ha aceptado hablar con la OIM para contar qué está pasando en su comunidad al conmemorar en 2023 el Día Internacional de las Remesas Familiares. 

Su comunidad está integrada por 800 habitantes en México y de manera indirecta, aunque no vivan ahí, los familiares y conocidos que se fueron, casi todos ellos a Estados Unidos. Hicieron otra vida en ese país, pero pocos se olvidaron de Xichú, que cada año les emplaza a visitar el pueblo el 26 de diciembre. 

“La mayoría de los migrantes son devotos de la Virgen de Guadalupe y de Santo Toribio Romo, el patrono de los migrantes”, y la peregrinación que organizan es una excelente ocasión para reunirse con ellos y darles las gracias por su compromiso con la comunidad.  

Angélica María es parte de la comunidad y presidenta del Comité del Club “Migrante de la Sierra”, una asociación civil que promueve obras públicas en Xichú financiadas con remesas. 

En 2022 lanzaron un proyecto para empedrar el camino que conecta las casas de la comunidad con la escuela. El primer año convencieron a la autoridad municipal de invertir 200,000 pesos (11,600 dólares americanos) y en 2023 han logrado que, entre personas migrantes, autoridad municipal y estatal haya un millón de pesos (57,900 dólares americanos) listos para invertir. La obra comenzó el 7 de junio y beneficiará sobre todo al alumnado de la escuela y a quien visite Xichú. 

“Xichú es de las comunidades más grandes de aquí. Estamos en una zona protegida de la Sierra de Guanajuato y somos una localidad que vive del campo, cultivamos maíz, manzana, pera, durazno, frijol…”, explica la lideresa comunitaria.

El 80 por ciento de sus familiares están en Estados Unidos, y desde allí les envían remesas a sus parientes, pero también a toda la comunidad. Cinco miembros del Club “Migrante de la Sierra” están mandándoles dinero desde Austin,Texas. 

La obra puede sonar modesta, pero puede detonar nuevas condiciones de desarrollo y generar ingresos al facilitar las visitas a la comunidad: “Hay muchas personas de otros municipios que les gusta venir a la sierra. Queremos mejorar los accesos a la comunidad para que sea más visitada”, agrega. 

Angélica María tiene hermosas palabras para quienes se han ido: “la mayoría son personas solidarias. Tienen las mismas ganas que nosotros de que la comunidad mejore y tenga un avance significativo”, cuenta la mujer, quien reconoce que para los que se marcharon ha habido siempre mejores condiciones de vida. 

El reto para ella y sus convecinos es afanarse en las mejoras en la zona de Casitas y sus inmediaciones, y admite que ir de la mano con los emigrados es imprescindible porque “la economía de la comunidad no tiene la capacidad para hacer esta inversión”.

Camino de Casitas, en Xichú (Guanajuato), donde se invertirán las remesas.

Para el investigador Rodolfo García Zamora, a diferencia de otras, las remesas colectivas son importantes porque conforman un recurso de calidad para el desarrollo de las comunidades de origen. 

En su libro “Migración, remesas y desarrollo local” las considera un recurso económico de calidad que materializa “un lazo espontáneo y solidario entre agrupaciones de la sociedad civil”. También destaca que, en su mayoría, estos recursos de índole comunitaria se destinan a la inversión y promueven modalidades de financiación especiales. 

“Las remesas colectivas tienen un triple papel positivo: constituyen un fondo solidario de las organizaciones de migrantes que los cohesiona, les permite financiar importantes obras sociales en sus comunidades de origen, y convierte a las comunidades binacionales de migrantes en interlocutores con las autoridades locales”, según García Zamora. 

En otras palabras, lo explica a la OIM Juan Hernández, Secretario del Migrante y Enlace Internacional del Estado de Guanajuato:

 

“Las remesas son la muestra más grande del amor de las personas migrantes hacia sus seres queridos”, según Juan Hernández, Secretario del Migrante de Guanajuato.

“Los recursos que envían son para que no falte alimento en los hogares que tuvieron que abandonar; para que sus hijos vayan uniformados a la escuela; o para surtir los medicamentos de sus adultos mayores. De igual forma, las personas migrantes se han organizado en redes transnacionales (clubes) para generar proyectos que beneficien a sus lugares de origen”, apunta. 

En 2022 las remesas enviadas desde el extranjero a México, en su mayoría desde Estados Unidos, alcanzaron una cifra récord de 58,487 millones de dólares, un 13,4% más que en 2021, según datos del Banco de México. 

Solo en abril de este año los envíos de remesas totalizaron 5,003 millones de dólares, un 6,3% más que en el mismo mes de 2022, de acuerdo con datos del banco central mexicano. 

Sin embargo, para el Secretario del Migrante de Guanajuato, “las remesas no sólo son números que se miden en miles de millones de dólares que transitan alrededor del mundo” sino “una posibilidad de cambiar muchas cosas para bien […] También se pueden convertir en la oportunidad de salvar la vida de un hijo, por ejemplo”, apunta el funcionario. 

En el caso de Xichú, el beneficio más evidente fue mejorar la calle de la comunidad de origen y facilitar el acceso a una escuela, pero estos recursos pueden llegar a tener un efecto multiplicador, contribuir a la reactivación de la economía local y motivar el emprendimiento. 

Angélica María reconoce que las sinergias que hoy existen son muy positivas, que lograr que autoridades estatales y municipales amplíen los beneficios por la llegada de remesas colectivas es loable, pero recuerda que la semilla del desarrollo comunitario es anterior.

“Estas actividades se han hecho desde que nuestros padres eran los líderes de las comunidades, es decir hace 25 o 30 años”, asegura.

En 2021 México era el segundo país de destino de remesas del mundo, solo superado por India. Desde 2022 el volumen de remesas lleva 36 meses consecutivos al alza, y supera ya en valor a las exportaciones de petróleo. Las remesas son un recurso cada vez más imprescindible para el desarrollo y el dinamismo económico de México.

 

Texto: Alberto Cabezas, coordinador de Comunicación de OIM México 

Fotografías:cortesía del Gobierno de Guanajuato y de Angélica María Jiménez, lideresa comunitaria.