La migrante haitiana Jessica Valcin apoyó la filmación de unas escenas en el río que se basan en testimonios reales de personas que han tenido que cruzarlos y que han sobrevivido. Foto: OIM México/Alejandro Cartagena

Tijuana (México).- Jessica, Jesse, Katherine, Beto y Josiane han terminado sus actividades diarias en el Espacio Migrante, un albergue que ayuda a los migrantes en Tijuana. Son parte de un equipo que trabaja en una propuesta creativa bajo los auspicios de una institución conocida con el nombre de "Telenovela sobre Migrantes". El proyecto está desarrollando una obra llamada ‘Maestro, Veterinario, Astronauta’.

Las telenovelas son famosas en muchos países centroamericanos, entre ellos México. Este hecho brinda la oportunidad de crear una herramienta para difundir información sobre servicios destinados a sus beneficiarios, como por ejemplo los servicios educativos – y fue así que surgió la idea de realizar este proyecto.

En él se cuenta la historia de Maleshka, una muchacha que sueña con poder estudiar y cuyo viaje comienza en el Río Suchiate, en la frontera sur entre México y Guatemala.

"La historia de la telenovela es la de una mujer muy fuerte que se va de su país junto a su hija y que quiere estar en un lugar más seguro”, dice Josiane Moukam, quien colabora en Espacio Migrante como líder de la Comunidad Africana en Tijuana. “Es la vida de una mujer y de una joven, ambas migrantes, que luchan para poder estudiar en otro país”.

Jesse Valcin es una migrante haitiana que actúa en la telenovela: “Cuando llegas a una ciudad que no es la tuya (…) no tienes a nadie que te apoye (…), son hechos que se ven en la telenovela”. Foto: OIM México/Alejandro Cartagena

"La telenovela tiene una función informativa, y por otro lado busca [...] visibilizar los obstáculos que los menores deben enfrentar en los sistemas educativos. A su vez brinda orientación para que los migrantes puedan acceder a información importante que desgraciadamente con frecuencia es lo que más falta”, señala el líder del proyecto de telenovela Alberto Anaya.

Para el desarrollo del guión, el equipo organizó diferentes talleres con familias y menores y también con el personal de la organización para escuchar sus historias acerca del viaje para llegar hasta Tijuana y los desafíos que tuvieron que enfrentar a lo largo del camino.

"Comenzamos haciendo talleres con la familia y elaborando el guión junto a los productores”, explica Katherine Gijón, organizadora comunitaria. “Cada persona contó su historia, creó una a partir de sus propias experiencias y luego las fusionamos… habrá numerosos enfoques [en la historia] que tanto padres como hijos reconocerán".

Para Alberto Anaya, impulsor del proyecto, con la “telenovela sobre migrantes” se pretende visibilizar los obstáculos que los menores migrantes deben enfrentar para poder ingresar a los sistemas educativos en México. Foto: OIM México/Alejandro Cartagena

“Lo que se siente al llegar a una ciudad que no es la tuya, muy diferente a tu propia cultura, en donde nadie te apoya, lo que se siente al tener que dormir en la calle, tener que recurrir a las organizaciones… son todas cuestiones que se abordan en la telenovela”, comenta Jesse Valcin, líder de la comunidad haitiana en Espacio Migrante, junto a su hermana Jessica, al recordar algunas de sus experiencias.

Para Josiane la telenovela refleja su propia historia. “Cuando llegué a Tijuana tuve que dormir en la calle, y tuve que representar eso en la telenovela. En el momento de hacerlo, abracé a mi personaje con todo mi corazón porque era mi propia vida… fue una escena muy fuerte porque [el personaje] no tiene enfrente a las personas a las que les está hablando así que fue algo complicado”.

La organización de los talleres, la escritura del guión y la filmación llevaron más de seis meses y muchos sacrificios. En todo ese tiempo los organizadores tuvieron que aprender sobre redacción de guiones, maquillaje y producción.

Josiane Moukam, mujer migrante de África, cuenta que la protagonista de la telenovela es una mujer fuerte que lucha para conseguir educación a su hija en un país extranjero. Foto: OIM México/Alejandro Cartagena

A pesar de todas estas dificultades, para las hermanas Valcin la telenovela fue una experiencia de aprendizaje muy especial: “El día que vimos la escena del río, yo pensé: 'es tremendo, todo lo que los migrantes han tenido que atravesar para llegar hasta aquí'. Si alguien no te lo contara, sería difícil darse cuenta de que ... es verdaderamente un logro y una lección que voy a llevarme, porque yo ignoraba que habían tenido que vivir todo eso, es algo que va a quedar en mi corazón”, dice Jessica.

"Fue divertido trabajar y aprender sobre vestuario y peinados. Fue muy bueno ver a todos trabajando, a su propio ritmo y personalidad, dándole vida a cada uno de los personajes. Ver, cada vez que nos íbamos de algún lugar, lo que habíamos logrado y darnos cuenta de que cada parte del guion era real”, dice Jesse, estudiante de psicología que junto a su hermana brinda apoyo a los haitianos compartiéndoles información sobre la regularización migratoria y enseñándoles español.

Para Katherine, una joven mujer hondureña, fue también una experiencia de aprendizaje sumamente importante. “Empecé a amar este proyecto porque sabía que lo que yo estaba actuando era la historia real de otra persona… me vi reflejada porque ocurrió que una parte de mí estaba allí. Al final de cuentas pude darme cuenta de que todos, incluso las familias, habían aprendido algo”.

Los responsables del albergue Espacio Migrante se percataron de que las personas alojadas allí tenían interés en las telenovelas mexicanas, y decidieron hacer una con ellos como protagonistas. Foto: OIM México/Alejandro Cartagena

Todo el mundo señala que la telenovela es un regalo que la comunidad de migrantes se ha hecho a sí misma. “Es un regalo para las generaciones futuras que vendrán a Tijuana y que necesitarán acceder a servicios educativos”, dice Katherine.

Josiane, una mujer migrante de Camerún, comparte el mismo sentimiento: “Es el regalo que queremos darles, es un presente entregado con todo nuestro corazón”.

Algo que enriqueció la producción de la telenovela fue la participación de las comunidades de acogida. El trabajo de los voluntarios en la producción ayudó a darle forma a este conjunto de historias. El producto final de este proyecto es el resultado del trabajo colaborativo tanto de los migrantes como de los miembros de las comunidades de acogida, algo que verdaderamente entusiasma al equipo.

Actualmente la telenovela se encuentra en la etapa de post producción mientras el albergue procura fondos para cubrir los costos respectivos y poder terminarla este 2022.

La organización espera que la telenovela pueda llegar a diferentes instituciones culturales, que sea difundida en distintos eventos como el Festival Internacional de Cine sobre Migración (GMFF) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y que sirva como un canal informativo a través del cual las personas puedan aprender mucho más acerca de los posibles escenarios de la realidad migratoria.

Texto: Juan Manuel Ramírez.

Video: Espacio Migrante.

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