Ciudad Juárez – Interesada en desarrollar actividades de atención psicosocial y cultural, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a través de su oficina de terreno en Ciudad Juárez, creó Salas de Lectura en algunos albergues para atender a población migrante mediante el fomento a la lectura de forma comunitaria y lúdica.  

Desde hace 8 meses, con el apoyo del Programa Nacional de Salas de Lectura de la Secretaría de Cultura, se detonó el proceso de creación de estos espacios donde las personas migrantes, sus familias y los mediadores (staff de OIM) se reúnen para compartir relatos, experiencias, memorias, puntos de vista, trayectos de viaje y anhelos.   

Un equipo compuesto por personal de OIM lleva lecturas y material didáctico una vez por semana a los albergues, donde las sesiones se realizan con base en cinco pasos: 

  1. Disponer el cuerpo para escuchar e imaginar: gimnasia cerebral.  
  2. Lectura del libro: por parte del mediador o de la comunidad lectora.  
  3. Actividad relacionada con la lectura.
  4. Lectura autónoma: se da un momento para que los beneficiarios interactúen con el libro de su preferencia, incluso pueden quedarse con él para leerlo durante la semana.
  5. Reflexión.  

“Los libros que más les gustan a las personas migrantes son principalmente los de literatura infantil y las novelas gráficas, aunque también piden lecturas cortas de temas como deportes, ciencia e incluso matemáticas”, cuenta Claudia Rivera, una de las compañeras de OIM que dirige las actividades en las Salas de Lectura.  

Desde su inicio en mayo de 2021, fecha en que se gestionó el convenio con el Programa Nacional de Salas de Lectura de la Secretaría de Cultura, se han acompañado a aproximadamente 150 beneficiarios en las Salas, quienes en su mayoría son originarios de países como México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Cuba.

“En cada una de las sesiones hay un intercambio multicultural, en el cual hemos podido conocer palabras coloquiales de los lugares de origen y comida típicas. Mas allá de ser un espacio de fomento a la lectura, para nosotros es un espacio seguro y de confianza en el cual las personas migrantes y sus familias se sienten con la libertad de expresar distintas situaciones vividas y lo complicado que ha sido el viaje para llegar a la frontera norte”, comenta Lizbeth Núñez, colaboradora de OIM y participante de las Salas de Lectura desde su origen.   

Actualmente la iniciativa cuenta con un acervo semilla de aproximadamente 180 libros infantiles, de ficción, cómics, entre otros, donados por el Programa Nacional de Salas de Lectura, de los cuales se han leído 14 en 24 sesiones realizadas con la comunidad migrante.   

OIM continuará promoviendo el fomento a la lectura a través de este programa de salas, por lo cual mantiene abierta la invitación al público en general para donar libros que puedan ser sumados a estos espacios de cultura y desarrollo emocional para las personas migrantes.

 

Texto y fotografía : Camilo Cruz

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